La solución arquitectónica pretende adaptar a la geometría irregular de la parcela, un espacio destinado al patinaje que ordene tanto la pista de deporte (40×20), como la zona de calistenia, los recorridos del parque y se constituya como espacio híbrido que proponga pautas de orden en la parcela irregular. Se respetan las conexiones transversales existentes y se establece una conexión blanda con los límites de la parcela más contundentes. Además, se considera la opción futura de extensión del espacio verde hacia el polígono colindante al suelo que se desarrolla, de modo que se garantice la continuidad de la estructura verde urbana. Es por este motivo que el parque no se centra en la parcela existente, sino que busca una posición relativa acorde al desarrollo que contempla el PXOM para toda la zona. La rotación en planta que orbita sobre el alcorque central y zona de descanso de patinadores, pretende adaptar el parque a la compleja situación urbana. Se combina un diseño de pura instalación de skate con recursos urbanos y paisajísticos que resuelvan los límites del espacio, convirtiéndolo en una extensión del espacio verde y una transición entre bloques de viviendas, de modo que éstos no sean considerados como traseras.