Deja que respire…
En un local existente enterrado y sobre el cual discurre parcialmente una calzada, un antiguo “bunkermercado” se plantea un equipamiento de nivel medio. Como criterio formal se ha optado por la sencillez y la inmediatez de dotar de espacios habitables a una parcela muy compleja por su situación física, por las patologías que presentaba y por la funcionalidad del control y vigilancia del edificio. Se pretende crear un mundo interior gracias a los patios que quedan como consecuencia del vaciado de cuatro
paños de la retícula de pilares que conforma el local, sin renunciar a la riqueza espacial y visual que dicha forma puede generar.
Como decisión de proyecto se ha tomado la opción de generar un hall-ambigú de conexión entre el Salón de Actos y el C.C.S. y Biblioteca y aparecen cuatro patios interiores como elementos articuladores del proyecto-puzzle y cohesionadores de todas las actividades a realizar en el mismo y como medio de convertir dichos espacios en espacios habitables. Dichos elementos encuentran su máximo sentido en la planta sótano, a cota de la Biblioteca, convirtiéndose en Bibliopatios para los lectores que quieran recogerse en la lectura al aire libre y como elementos de expansión del personal laboral del centro.